domingo, 13 de junio de 2010

LO QUE HE LEIDO ULTIMAMENTE

LA NIETA DEL SEÑOR LINH-(PHILIPPE CLAUDEL)
Un anciano oriental huye de su país en llamas con una nieta de apenas unas semanas como único motivo para partir, en un barco de refugiados, hacia un futuro incierto. En una mano una maleta con un puñado de tierra, en la otra el bebé: pasado y futuro, representación de una rotura y una huida hacia adelante. Con esta historia anónima y delicada, el autor reclama la atención del lector hacia las consecuencias particulares de los movimientos migratorios generados por conflictos bélicos de todo tipo. Cuando una persona es arrancada de su entorno y resituada en una nueva realidad, la creación de las rutinas más insignificantes se convierten en un mecanismo de defensa que sostiene la identidad de esas personas. Hay libros que no caben en una crítica, libros inmensos, libros de perduran mas allá de sus páginas en el corazón del lector, así es este conmovedor relato, de algo más de cien páginas, que nos habla de exilio, soledad, vejez y amistad y nos llevara a un final muy generoso con el lector. Hay esperanza.
CRISTO CON UN FUSIL AL HOMBRO–(RYSZARD KAPUSCINSKI)
La contraportada de la primera edición polaca de Cristo con un fusil al hombro (1975) exhibía el siguiente texto escrito por el propio autor: «Poco después de la muerte del Che Guevara, el pintor revolucionario argentino Carlos Alonso pintó un cuadro que inmediatamente se hizo famoso en toda América Latina y que, multiplicado en miles de copias, apareció en forma de cartel en los muros de La Habana y de Caracas, en las aulas universitarias de Lima y de Santiago de Chile, en las viviendas de los obreros brasileños y en las chozas de los campesinos mexicanos. Alonso había pintado una figura de Cristo con un fusil al hombro, figura que, por su aspecto y su atuendo, recordaba a la de un guerrillero, fuera este cubano, boliviano o colombiano. El cuadro de Alonso se ha convertido desde entonces en el símbolo artístico del luchador, del guerrillero, del hombre que, arma en mano y en las peores condiciones, combate la violencia y la arbitrariedad en su lucha por un mundo diferente, justo y bueno con todos los seres humanos». Para ser rigurosos, no fue Ernesto Guevara sino el sacerdote Camilo Torres (cuya foto figura en la portada de este libro), abatido a tiros arma en mano, quien había hecho de modelo de la figura de Cristo con un fusil. Sin embargo, solo la muerte del Che, en vísperas de la revuelta del 68 y en un mundo inmerso en la Guerra Fría, dio comienzo a la leyenda que inspiró a los jóvenes rebeldes de los países del Sur, que se desangraban en silencio bajo la férula de unos regímenes tan atroces y genocidas como impunes. Precisamente a ellos, a los que se dejaron la piel luchando por la libertad de sus países y congéneres –ya en Oriente Medio, ya en América Latina, ya en Mozambique–, están dedicados los reportajes reunidos en este volumen.
CAIN- (JOSÉ SARAMAGO)
Con Caín, Saramago se adentra en la historia cotidiana de la Biblia. Cotidiana porque, a partir del destierro que el asesinato de Caín provoca, el autor juega a poner voz y palabra concreta a cada discurso, diálogo e incluso pensamiento de los grandes protagonistas de la Biblia. Con ello nos hace más comprensibles hechos y personajes desde siempre parapetados tras la solemnidad y el misterio de los textos sagrados. Caín sigue de cerca, por tanto, los hechos de la Biblia y sobre ellos fabula, pero partiendo de un conocimiento cierto de los textos sagrados.

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