Macondo, Fantasia,
Liliput, Tierra Media, Comala…Muchos son los escritores que crean ciudades,
países e incluso mundos propios a la medida exacta de su narrativa. Territorios que son como un
protagonista más de la historia, ésa historia que no podría transcurrir en otro lugar, porque entonces no hubiese sido
la misma. Se podría llenar un universo con los mapas
de calles,ríos,montes,desiertos y mares que han nacido de la imaginación de escritores y poetas.Lugares tan inquietantes
como Laudomia,la ciudad espejo donde se refleja el mundo de los vivos y sus
dobles muertos.(Las ciudades invisibles-Italo Calvino).Alegres, como Ciudad Esmeralda,
situada en el centro exacto del país de Oz (El maravilloso mago de Oz-L.Frank Baum), La prospera Utopía donde"son declarados festivos los días en los que no hay
nada urgente que hacer, de modo que sus habitantes tiene la oportunidad de
ejercitar y perfeccionar su mente"(Utopía- Tomas Moro).Divertidos como Nunca Jamás
y sus tres maneras de llegar a él (Peter Pan-J. M . Barrie).Desolados como el
pueblo de Comala ”Miré las casas vacías;las puertas desportilladas, invadidas
por la yerba”(Pedro Páramo-Juan Rulfo)o tristes como el Imperio Oceania sociedad localizada en el futuro y que se encuentra dividida en tres grupos (1984-George Orwell)y tantos otros…bellos, prohibidos, acogedores o desconcertantes todos tiene su lugar mas allá de la fantasía.
Enhorabuena muy buena tu entrada parece mentira que halla tantos mundos inventados un saludito.
ResponderEliminarQué precioso texto... La tierra media, de Tolkien, los pueblos de Rowling, el continente de Poniente con sus Siete Reinos de George R.R. Martin, Idhun... Hay tantos...
ResponderEliminarBesos
Tantos lugares, eso demuestra la imaginación y creatividad de esos escritores y las ganas que tenían de escribir sis historias y compartirlas.
ResponderEliminarUn saludo
¡Qué bonita entrada! Y es que podemos viajar a tantos sitios gracias a la imaginación de tantos y tantos escritores... ¡Y sólo con un libro!
ResponderEliminarBesotes!!!
Lugares que no pisaremos jamás y aún así hemos estado allí cientos de veces, vagando de alguna forma entre sus entrañables habitantes. Gracias, Manuela, por este gran e inesperado viaje. Un beso
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