NIÑOS FEROCES

Lorenzo Silva es uno de mis autores favoritos. Lo es desde que, hace varios años, leí “El alquimista impaciente” y desde ese momento decidí que leería todo lo que publicara. Y así ha llegado hasta mis manos Niños feroces.
Lázaro es un joven aprendiz de escritor cuyo problema estriba en que no tiene una historia que contar. Hasta que su maestro le regala la historia de Jorge, un joven que 70 años antes sale de España con la primera expedición de la División Azul. Una peripecia pasmosa que le lleva a la batalla de Krasny Bor en el frente de Leningrado y acabará defendiendo Berlín en los últimos días de la contienda vistiendo el uniforme de las Waffen-SS.Con esta y otras estampas de las guerras de ayer y de hoy ,Lázaro escribe sumando fragmentos, escenas y lugares un relato vibrante .Escribe finalmente su novela.
Un alegato brillante en contra de la guerra, de la crueldad y la sinrazón de los conflictos armados, en las que finalmente el desengaño y la inutilidad de la contienda asaltan a todos los bandos ; una novela para no olvidar nunca el deseo de que los niños sean feroces solo para la construcción de la paz y no para acumular venganzas y aires de grandeza de sus mayores.
“Me subleva esta contradicción: que los que deciden ,en plenitud de su juicio, con alta recompensa y en circunstancias favorables, se absuelvan con tanta soltura, y que aquellos que erraron desde la inmadurez ,la ofuscación y la indigencia, acaten en cambio la responsabilidad.
Tiendo a pensar que unos y otros, los hombres ambiciosos y los niños feroces son en definitiva, dos de los más poderosos instrumentos del mal sobre la tierra, y que ninguno de ellos merece alabanza ni protagoniza epopeya digna de ser celebrada.”