viernes, 28 de agosto de 2009

ENSEÑAR Y EDUCAR


En el trato diario estamos bajo situaciones en las que de una manera u otra aprendemos o enseñamos algo nuevo, esto independientemente de que nos dediquemos o no a la tarea de la enseñanza.
Con bastante frecuencia, los términos enseñanza y educación se confunden hasta extremos tales que se usan indistintamente para señalar las funciones y obligaciones que conciernen exclusivamente a la escuela. No obstante, conviene delimitar y definir competencias para que ambas locuciones sean usadas con propiedad.
La enseñanza esta relacionada de manera directa con la educación, ya que no es una sola actividad; se enseña desde que se entra a clases, como caminar, hablar, comportarse dentro del aula, desde el saludar a la llegada al mismo, hasta como crear un ambiente donde el alumno aprenda . Enseñar, por otra parte, es transmitir una serie de conocimientos valuables, sometidos a estudio en libros de texto, de saberes, fijados y programados por niveles cuya práctica sí recae con responsabilidad y en alto grado sobre el profesorado. Es considerado como un método autoritario, donde el alumno no es sometido a un razonamiento lógico, generalmente es memorístico y no se llega a profundizar o hacer suyo un concepto, otros lo toman como un método en el que se pretende que todo sea aceptado sin cuestionamientos, sean verdades o falsedades, por lo cual, las personas que sostienen convicciones religiosas firmes podrían apoyar el adoctrinamiento en el sentido de creer sin cuestionar .
Como dijo Montaigne “Semejante saber no pasa de ser una sobrecarga de la memoria, no una función del alma; saber algo de memoria no significa que se sabe, si no simplemente que se ha retenido en a la memoria”
El entrenamiento es semejante a la enseñanza y el adoctrinamiento, a la educación.
El entrenamiento es educativo, siempre y cuando “ plenifiquen “al ser humano. Se centra en el alumno, tiende a aumentar la relación entre el maestro y el alumno, considerando la participación del mismo, aconsejándolo y supervisándolo.
Arregla su entorno y le permite crecer y desarrollarse como persona, lo atiende sin inmiscuirse con él, lo ayuda a aprender y no le impone sus ideas.
Educar es formar en ideas y creencias, estimular el espíritu crítico sin caer nunca en el adoctrinamiento; es promover, transmitir valores como el esfuerzo, respeto, ciudadanía y el gusto por aprender
“Nuestros maestros deberían juzgar únicamente lo que un alumno ha logrado a través del testimonido de su vida, no a través de su sola memoria. Dejad que el joven examine y cribe todo lo que lee y que no acepte nada simplemente por lealtad y fe o por autoridad. Deberían exponerle precisamente las opiniones mas diversas, si es capaz, hará su elección, si no lo es, permanecerá en la duda. Pero quien solo sigue a otros, no sigue ninguna causa y ni siquiera busca causa alguna”
La función de educar para muchos padres es casi una obligación ineludible de la escuela, de forma que en ella delegan responsabilidades. Sin embargo, en esta gran tarea de educar, la familia es la base, el punto de partida en la transmisión de valores. En estos tiempos no podemos obviar el hecho de que los valores están esencialmente relacionados también con la cultura de la sociedad y medios de comunicación. Las diferencias, pues, entre enseñar y educar son altamente significativas. Lo razonable, lo conveniente sería enseñar y educar, dado que si no se logra un alumnado educado será imposible enseñar, y esto es lo que hoy genera grandes conflictos. Caminemos sembrando valores y tendremos alumnos educados.


"DIME Y LO OLVIDO,ENSEÑAMÉ Y LO RECUERDO,INVOLÚCRAME Y LO APRENDO"
(BENJAMIN FRANKLIN)

1 comentario:

  1. Bonito post, aquí te dejo ...
    “Si planificas por un año, siembra trigo. Si planificas para una década, planta árboles. Si planificas por una vida, educa personas”.Proverbio chino

    "Educar es lo mismo
    que poner un motor a una barca...
    hay que medir, pensar, equilibrar...
    ... y poner todo en marcha.

    Pero para eso,
    uno tiene que llevar en el alma
    un poco de marino...
    un poco de pirata...
    un poco de poeta...
    y un kilo y medio de paciencia concentrada.

    Pero es consolador soñar
    mientras uno trabaja,
    que ese barco, ese niño
    irá muy lejos por el agua.
    Soñar que ese navío
    llevará nuestra carga de palabras
    hacia puertos distantes, hacia islas lejanas.

    Soñar que cuando un día
    esté durmiendo nuestra propia barca,
    en barcos nuevos seguirá
    nuestra bandera enarbolada."

    (Gabriel Celaya)

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