lunes, 12 de octubre de 2009

LOS LUGARES DONDE NO SE HA AMADO NI SE HA SUFRIDO,NO DEJAN EN NOSOTROS NINGUN RECUERDO


Los griegos clásicos decían que había lugares que eran sagrados en sí mismos, sitios en donde se abría una especie de pasillo invisible que comunicaba con la divinidad y el mundo de lo eterno. Esos lugares eran llamados témenos. Un terreno consagrado a un dios, donde a veces solo existía un sencillo altar sin templo, pero que servía para delimitar y precisar las áreas sagradas de las consideradas profanas, el espacio de los dioses frente a aquellos en los que se movían los hombres y para acceder a él había que someterse a una purificación. Hay sitios donde algo sucedió que parecen conservar una intangible humanidad, una presencia de los que allí estuvieron perdida en el aire, un oculto aliento del pasado que se presiente y que a pesar del tiempo no se ha desvanecido. Hay lugares que nos gusta visitar ,donde tiempo atrás sucedió algo que nos emociona, parajes donde se escribió la historia y donde, aunque queden cuatro piedras, se siente la grandiosidad de lo eterno y nos purifica. Yo tengo mis propios témenos ,lugares sobre los que le leído o que he visitado y a donde me gusta regresar cada cierto tiempo para sentir la emoción del reencuentro con un lugar que de alguna forma es sagrado para mí ,por ejemplo ,el mar, viviendo en tierra adentro ,la vuelta al mar es para mí un momento mágico o mirar el Guadalquivir desde el Puente Romano de Córdoba. Tal vez este sentimiento se podría trasladar a un recuerdo que nos alegra, una canción que nos hace soñar, un olor que nos trae recuerdos de la niñez, una persona que no vemos desde hace tiempo o un libro que nos deleitó; cualquier cosa que nos haga sentirnos cerca de la divinidad. ¿Cuales son los tuyos?

1 comentario:

  1. Qué interesante!!! y qué coincidencia porque he colgado las fotos de Córdoba de hace dos años, pero no exactamente del puente (estaba en obras)!!
    Uf!!! yo tengo tanto de esos lugares... quizá me quedaría con cualquier zona de Asturias.
    Y si fuese posible, me gustaría volver repetidas veces a la plaza Roja.
    Pero yo sigo prefiriendo la novedad de descubrir lugares.

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