Era escritor, economista y académico, pero sobre todo era un hombre,
como dijo Machado, en el buen sentido de la palabra, bueno. Comprometido con
los derechos humanos y con la denuncia
de las injusticias, fue durante los últimos tiempos, cuando la crisis ha resultado
más virulenta, una de las voces más
activas de la crítica social, económica y
política de este país, poniendo sus
dotes de gran comunicador, claridad de pensamiento y vitalidad al servicio de
los más débiles, de los más indignados.
Su voz se ha apagado pero siempre nos quedaran sus palabras.
Indudablemente hoy no ha sido un buen día. Pero como dices siempre nos quedarán sus palabras.
ResponderEliminarUna gran persona y una gran personalidad. Nos deja sus libros y su filosofía, eso nos enriquecerá.
ResponderEliminarUn saludo.
Una gran perdida, pero eso es lo bueno de las palabras escritas...que nos hacen eternos.
ResponderEliminarSaludos!
Qué sabias palabras, qué gran hombre y qué gran legado nos deja.
ResponderEliminarBesos