Porque a veces son algo más que simples rectángulos de papel para ir marcando las lecturas son verdaderas obras de arte, y es por eso que a mí me apasiona coleccionarlos.
Y como con cualquier cosa que tenga que ver con los libros, también con ellos soy un poco maniática.
Tengo algunos que no los uso en cualquier libro, solo en los que son afines a la ilustración del marca- paginas;así tengo unos para los ensayos históricos, otros para novela policíaca o incluso para los libros de poesía.
Y si además el libro es de esos que, cuando lo cierro, ya estoy pensando en volver a releer entonces
dejo entre sus paginas el que he usado ,como una señal, único y exclusivamente para él.
Los hay de cartón, tela, metal, cuero, plástico; divertidos, de propaganda, personalizados, infantiles, románticos, pero todos son excelentes complementos para nuestros libros, imprescindibles en nuestra biblioteca.
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