lunes, 18 de junio de 2018

DEFENDER LA ALEGRÍA


Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina 
de la miseria y los miserables 
de las ausencias transitorias 
y las definitivas 

defender la alegría como un principio 
defenderla del pasmo y las pesadillas 
de los neutrales y de los neutrones 
de las dulces infamias 
y los graves diagnósticos 

defender la alegría como una bandera 
defenderla del rayo y la melancolía 
de los ingenuos y de los canallas 
de la retórica y los paros cardiacos 
de las endemias y las academias 

defender la alegría como un destino 
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas 
de las vacaciones y del agobio 
de la obligación de estar alegres 

defender la alegría como una certeza 
defenderla del óxido y la roña 
de la famosa pátina del tiempo 
del relente y del oportunismo 
de los proxenetas de la risa 

defender la alegría como un derecho 
defenderla de dios y del invierno 
de las mayúsculas y de la muerte 
de los apellidos y las lástimas 
del azar 
y también de la alegría.
(Mario Benedetti)

viernes, 8 de junio de 2018

LECTORES AMNÉSICOS

Leí hace algún tiempo en algún sitio que el escritor  Patrick Süskind ( El perfume , El contrabajo) leía dos o tres veces el mismo libro y solo al final lo recordaba.
A mi también me ha ocurrido alguna vez comenzar un libro y  varias paginas después recordar la historia completa.
La primera vez me hizo gracia pero las siguientes empecé a preocuparse seriamente por mi salud mental;porque ,además ,llevo un registro de los libros leídos desde hace ,por lo menos, treinta años,cosa que,por otro lado, no me ayuda mucho si me olvido de actualizarla o de consultarla antes de comenzar una lectura.
También tengo una lista con libros que quiero leer y,es tan larga que ,cuando paso un tiempo sin revisarla ya no recuerdo porqué los apunté  ,porqué  me pareció  interesante ese libro y no quise olvidar el titulo.
También me ocurre lo contrario,hay libros que recuerdo perfectamente.El titulo,el autor,si me gustó o no ,incluso, sobre que edad lo leí  pero...no podría resumir  el argumento;no se me quedaron grabados ni nombres de personajes ni frases especiales tan solo el sentimiento que me produjeron.
Mi despiste recalcitrante llega al punto de  comprar libros que ya tengo pero que ,por alguna razón, he dejado en el fondo de la librería sin leer,(y estoy hablando de una biblioteca de poco mas de trescientos libros contados,así, a ojo).
No recordar algunas lecturas me entristecía hasta que ,reflexionando sobre esto ,entendí que leer  es mucho más que acumular información,más que recordar palabras   es ,ante todo ,diversión y sentimiento.
Para finalizar una frase que no recuerdo donde leí :) pero que sí se quedó grababa en mi olvidadizo cerebro:
"No puedo recordar todos los libros que he leído,como no puedo recordar todo lo que he vivido,pero incluso así,me han hecho lo que soy"


viernes, 1 de junio de 2018

LOS LIBROS SON EFIMEROS



Un día vino un amigo a casa. Al ver la caótica y atiborrada estantería donde tengo los libros hizo un comentario.

- ¿De verdad necesitas tantos libros?

Comenzamos una discusión.

Yo, alegaba que me gustan los libros, leerlos, si, pero también atesorarlos, coleccionarlos, reordenarlos, saber que los tengo a mano por si deseo volver a leerlos.

El asentía con cada uno de mis argumentos (es un gran lector y me entiende) pero también me lanzó un reto.

-La próxima vez que los reordenes aparta en un montón esos que sabes que nunca vas a volver a leer. Aquel que te regalaron y no te gustó mucho, el que lleva años en la estantería y ni siquiera lo has abierto, el que tienes repetido (a mí me ocurre), el que rescataste de la calle porque no soportas ver libros tirados…

Y así lo hice.

Y reconozco que fue duro.

Y reconozco que fue una buena idea.

La purga solo fue para unos pocos, pero suficiente para que la estantería no amenace con venirse abajo, para que los que se quedan estén más ordenados y cuidados.

Y ahora. ¿qué hacer con ellos?

Muy fácil, donarlos a la biblioteca del barrio.

Cuando volví tiempo después por allí y vi algunos de ellos en los estantes me hizo muchísima ilusión.

Comprendí que los libros no son eternos, que se deterioran con el paso de los años, son frágiles y quebradizos, que su utilidad no está en conservarlos físicamente, si no, en instalarlos en nuestra memoria y que, en cuantas más memorias se conserven, más alargaremos su vida.

¿Para qué dejarlos morir encerrados en mi estantería?


FRASE DE JUNIO


"Para ti,hombre sin deificación que,sin querer mirar,estás leyendo estas letras.
Para tí y todo lo que en tí vive,
yo estoy escribiendo."
(Vicente Aleixandre-Poeta español)